Cada 1 de enero, no es anormal oír cientos de agüeros que giran alrededor de lograr que el año que llega, sea un año lleno de prosperidad, abundancia, felicidad, viajes y muchas cosas más que sería imposible terminar de nombrar. Pero, cada país, cada cultura, tiene su propio agüero, su creencia característica que se asocia directamente con su realidad.
Aunque es común encontrar en muchos países similitudes en cuanto a la forma en que se recibe el año nuevo, hay ciertos comportamientos que se aparatan de otros en razón de las tradiciones que se han vivido por años. Mientras unos prefieren las lentejas, para la abundancia, otros prefieren los calzones amarillos, para la buena suerte.
jueves, 8 de marzo de 2007
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